Hoy os voy a hablar de mi último descubrimiento. La pintura de tiza. Es una pintura casi mágica porque se puede aplicar sin imprimación, sin lijar... y prácticamente no es tóxica ya que su base es tiza.
La utilicé para cambiar el aspecto de un sinfonier. Era de color gris y dorado y tenía los frontales de los cajones entelados.
Las herramientas y materiales que necesitamos son: un pincel, una lija, cera y la pintura. Hay varias marcas, pero las más conocidas son Fleur Paint y Annie Sloan.
Yo compré la marca Fleur Paint porque la encontré en la tienda Delipapel y tenía un horario más amplio de apertura que el resto. Está situada en la calle San Mateo (zona de Fuencarral) de Madrid.
Lo único que hay que hacer para preparar el mueble es limpiarlo bien para evitar que el polvo se quede adherido debajo de la pintura.
Quería conseguir un efecto decapado y por eso utilicé dos colores, blanco y un azul grisáceo.
El efecto cubriente de la pintura se consigue a basa de aplicar varias capas. Es mejor dar más capas ligeras que menos más gorditas. Las dos primeras capas las di de color azul. Es fundamental esperar entre capa y capa para garantizar que se seque bien. En caso contrario sólo conseguiremos mover la pintura de un sitio a otro.
A continuación hay que aplicar una cera ( también con brocha), para evitar que levantemos todo el color al lijar. Después le damos otras dos capas de color blanco y finalmente lijamos por donde nos apetezca. Puedes centrarte en algún detalle o zona que quieras destacar o simplemente lijar por varios sitios para dar el aspecto de envejecido. Ese efecto es el pretendí conseguir.
La pintura la podéis utilizar sobre diferentes superficies y materiales como vidrio, madera, tela.... Así que ya podéis dejar volar vuestra imaginación y transformar algo aburrido que ya no os guste.
¿ La habéis usado?
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